Es increíble el poder autodestructivo que tiene el Barça, parece que se maneja mejor en la mediocridad que en los mejores momentos. Los socios culés han estado periodos de entre 10 y 15 años sin ganar títulos y no ha pasado nada, los árbitros, el Madrid, Franco, etc...vivían más cómodos con el victimismo. Ahora que, después de tres temporadas con el duo Gaspart-Reyna, se había conseguido poner al Barça entre los punteros de Europa, resulta que el presidente se transforma en un pequeño monstruo ególatra y megalómano, creyéndo ser el filántropo mundial al ser el mecenas de UNICEF (sin la conformidad de los socios) y el cabecilla de los presidentes del G-14. Nada le alteraba en sus personales convicciones hasta que un socio aparentemente despistado, y con algunos apoyos no declarados, decidió canalizar la mala llet del sozi, a mi entender algo exagerada y artificialmente excitada, basada en ese carácter perdedor y llorica del culé (el llamado ADN culé) que le reventó el invento el amic Jan.
Está claro que su situación es insostenible y que las dimisiones de todos los directivos importantes de la Junta, pudo a última hora convencer a LLobet (¿a cambio de?) y no le obligaron directamente a ir a las elecciones, es una estocada necesariamente mortal. Parece que Laporta es muy cabezota y es como ese chicle que se te queda en la suela del zapato y no hay manera de quitarlo, si buscaba estabilidad para empezar la liga ha conseguido todo lo contrario.
Spacepower.
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