El portero del Sevilla Andrés Palop, llevó ayer al palco del Prater la camiseta que llevaba Luis Miguel Arconada la famosa noche del Parque de los Príncipes. Ese detalle que le honra como persona y como deportista me ha hecho pensar la larga travesía en el desierto desde esa aciaga noche. Después de la decepción del mundial de España, la selección había llegado a la final contra Francia, una final marcada por la desgracia, el gran Arconada tuvo un fallo inexplicable que le costó el título a los de Miguel Muñoz. Desde entonces la suerte le ha sido esquiva, la eliminación ante Bélgica en Mexico, el fallo de Salinas ante Italia, todo ha sido un cúmulo de negativas experiencias. Pero la historia ha querido que sea el propio Platini, aliado con la suerte en aquella famosa final, le devuelva a la selección lo que le tomó en París, y era justo que al menos la camiseta de Arconada estuviera presente. En la celebración se han visto banderas de España, de Andalucía, calzoncillos por doquier y lo más curioso , el brasilero Senna, a falta de bandera que honrar...¡se puso la bandera del Villarreal!.
Nadie discutirá que España ha sido la mejor selección, por equipo, por consistencia y, cuando le dejaron, por juego colectivo. También han destacado las individualidades, Casillas, Cesc, Xavi, Iniesta, Silva, Villa, y ayer The kid Torres. En fin que nos han dado una alegría inesperada que tiene que tener continuidad en Sudáfrica 2010.
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