¿A quien no le gusta Donosti?Recuerdo hace más de quince años cuando la descubrí, una ciudad perfecta, abierta al mar. Recuerdo su parte vieja, el Aralar, el Tamboril, los pintxos, los asadores...En uno de mis viajes, crucé el puente sobre el Urumea y me acerqué al viejo Atotxa, para los más jóvenes, el antiguo campo de la Real Sociedad, y me dio pena verlo, prácticamente en ruinas, como un solar abandonado. Porque allí jugaron Zamora,Satrustegi, López Ufarte,Arkonada,Bakero,López Rekarte y el mismísimo Txiki Begiristain, allí se ganaron dos ligas, a principios de los años ochenta.Recuerdos de un campo que tenía un aire al viejo Highbury con las gradas prácticamente dentro del césped, con sus famosos córners, que eran medio gol y con una presión al rival que se hacía muy difícil sacar de allí otra cosa que no una derrota. Pues bien, allí estaba es solar abandonado con añoranza de un pasado glorioso, que nunca va a regresar. Ahora la mítica Real juega en un estadio moderno, a las afueras, en la autopista que lleva a Bilbo más cómodo, más bonito, pero sin alma. Curiosamente y pese a la crisis galopante que tuvo la Real, que la llevó a descender, le pudo disputar una Liga al Madrid de los galáticos a principios de los 2000 con un entrenador francés, que todavía no ha olvidado el sabor del xangurro. Hoy las cosas han cambiado y mucho en la Real, hoy llega el gran Barça de Guardiola, o mejor la versión light del equipo, a disputar y,probablemente, a ganarle el partido a la Real que anda con algún problema por la zona baja de la tabla y que, si pierde, se puede complicar la vida. De nuevo veremos a los Thiago, Afellay y Jeffren en el campo y a los Xavi, Messi e incluso a Valdés en el banquillo así lo mandan los rigores de la competición.
Y una cosa, por favor, hasta el martes hablemos solo de fútbol, es donde aventajamos al resto...
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