Anda justito el Barça las últimas semanas y, si a ello le añades el sobreesfuerzo del pasado miércoles contra el Shakhtar, te encuentras con que,el partido de ayer era una especie de molestia cara a la sobredosis de Barça-Madrid que nos vamos a engullir en ya, los próximos días. Pero había que jugarlo, y lo peor, había que ganarlo,sobre todo tras la fácil victoria del Madrid en San Mamés, donde todos esperábamos algo más de un equipo que le causó bastantes problemas a los nuestros y que ayer fue víctima de sus propios errores. El Barça sacó un equipo bastante titular, teniendo en cuenta que Valdés y Busi no podían jugar, sólo la presencia de Thiago podría considerarse una sorpresa, que cada vez es menos sorpresa, visto su buen rendimiento en el equipo, y los detalles de calidad que siempre nos regala. El Barça salió adormilado, sin ritmo y con algunos jugadores como Xavi y Alves, anestesiados. El Almería no suponía un reto en sí, más allá de los tres puntos que se jugaban, pero, conforme avanzaba el partido con el cero a cero, la ansiedad iba en aumento. Dicen que todos los equipos, siempre tienen alguna ocasión clara en el Camp Nou contra el Barça, y así fue, y a los cinco minutos de la segunda mitad, marcó Corona y la angustia se apoderó de la grada que entró por momentos en estado de shock. Afortunadamente el susto,como ya pasó el miércoles,duró dos minutos, los suficientes para que tras una buena asistencia de Milito (qué necesario va a ser este hombre a partir de ahora), Diego Alves hizo un claro penalty a Villa, igual de claro como el que Iraizoz le hizo a DiMaria, y Messi resolvió tranquilo, como si de un entrenamiento en Sant Joan d'Espí se tratase. Después, el equipo siguió empujando con más ganas que cabeza, y con algunos jugadores totalmente fuera del partido, y en esas que llegó el momento de Thiago, en un corner magníficamente sacado por Messi, que metió un cabezazo marcando los tiempos, con una calidad de definición digna de los más grandes cabeceadores de la historia. Ahí acabó el partido, ni el Almería daba para más, ni las piernas de los nuestros tampoco, y solo una genialidad de Messi animó al personal en el descuento, en un partido más de sufrir que de disfrutar.
Aconsejo al personal que haga acopio de tranquilizantes para lo que viene, lo primero la vuelta de cuartos contra el Shakhtar, y sin tiempo para pensarlo mucho, el clásico. Tenemos el mejor equipo pero ahora la distancia se ha acortado, todo puede pasar...sigo confiando en estos cabrones.
Otrosí: Bojan se rompió desgraciadamente ayer cuando mejor estaba jugando, faltan todavía demasiados partidos para que Pep no se plantee subir a Soriano o Nolito. No hay que descartar nada.
Spacepower
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