Mucho llevamos hablando del clásico, y al parecer para algunos, el partido del sábado fue de tanteo cara los eventos más importantes de los próximos días. Craso error. El partido del sábado fue importante por sí mismo, pues supone la tercera liga consecutiva del proyecto de Guardiola, que no es poco sino muchísimo y también nos enseñó hasta dónde puede llegar Mourinho para alcanzar sus objetivos. Guardiola debe tomar nota de lo acontecido el sábado, pues es evidente que el portugués ha desarrollado un plan cuya única motivación es parar al Barça. El tema césped habrá que aparcarlo hasta la ida de semifinales porque es previsible que no corten el césped del Bernabéu hasta entonces y Pep deberá estudiar cómo sacar beneficio de esta situación. Entiendo que el pase largo puede ser más peligroso porque la pelota al botar se frena en seco, como le pasó a Messi en su primera jugada de peligro o al propio Villa en el penalty(el que pitó), y deberían entrenarse más jugadas de este estilo. Lo que si será importante trabajar es la posición de Pepe en el mediocentro, un pivote absolutamente destructivo, quien con bula arbitral, como la que obtuvo de Muñíz Fernández y que trastocó bastante la circulación de balón del trío Xavi, Messi e Iniesta, entiendo que, en lugar de poblar más el centro del campo habría de insistirse más por las bandas, como por ejemplo sustituyendo a un apagado Pedro por Afellay, o incluso doblar la banda derecha con Adriano y Alves. Busquets no tuvo su día el sábado, y es probable que Mascherano, en quien Pep confía ciegamente, le pueda sustituir en el mediocentro, aunque yo le reservaría para un momento más avanzado del partido, dependiendo del resultado. Finalmente, la alternancia de Villa y Messi en la posición de delantero centro es fundamental, y tienen que buscar más posiciones para atacar los espacios que pueden generar Ramos y Marcelo, es todo táctica. Todavía le queda trabajo a Pep.
Anoche en Catalunya Radio, el ex arbitro Sergi Albert hizo una breve descripción sobre Muñíz Fernández, y en pocas palabras dijo que el asturiano no traga al Barça por antiguas rencillas que su padre el linier de Días Vega, Muñíz Zarpón tuvo con Cruyff y Rexach. Estaría bien que nuestros directivos tocaran las teclas necesarias para que un personaje que odia el FC Barcelona, no volviera a pitar ni un partido más de nuestro equipo porque , si Sergi Albert lo sabe, el resto del arbitraje español lo debe saber ¿no?
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