Partido redondo el de anoche en el Camp Nou. Inicio fulgurante, como quisiéramos que fuese siempre y once de gala, el que nos gustaría que jugase más veces de lo que las lesiones/rotaciones permite. Sólo hubo un equipo en el campo, un equipo rápido, brillante y con jugadores estelares, como Messi, Pedro y Villa. Cualquier cambio reduce el placer, es triste decirlo pero si por ejemplo cambias a Keita por Iniesta, o a Bojan por Villa, el equipo merma, y cuantas más piezas cambies más merma el equipo. Creo que es un tema del que hemos hablado hasta la saciedad. Los masoquistas que vimos el partido Hércules-Madrid vimos otro tipo de juego, basado en dar el balón como sea a los de arriba especialmente a CR96, y que resuelvan como puedan. Y a fe que lo hacen. Dos grandes equipos, pero dos estéticas diferentes, el Barça llega combinando y remata jugadas. Su crack celebra los goles dando gracias a Dios. El Maligno llega, fundametalmente en contrataque o balón largo, sin mucha combinación. Su estrella provoca al público cuando hace un gol. Ayer se puso las manos en las orejas, como retando a que ahora le repitieran lo que le habían dicho antes. Una pena de chico, porque bueno es. Una última cosa y antes de que se me olvide, en la próxima rueda de prensa del portugués bocazas, el entrenador porque hay tantos, le rogaría que hablara un poco de Bojan que parece que funciona. Un saludo y hasta el 28 de noviembre.
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