lunes, 25 de julio de 2011

EL FRACASO SILENCIOSO

La prueba de que Pep Guardiola no es perfecto se llama Bojan Krkic. El jugador llegó al primer equipo en un mal momento, era el último año de Rijkaard en el banquillo y el vestuario se había convertido en un mal ejemplo para quien ascendió del B con la intención de comerse el mundo. Ronaldinho sesteaba en el gimnasio, Deco y Motta siempre salían de la convocatoria por "pequeñas molestias" y Henry no estaba dando el rendimiento esperado. Por su parte , el Madrid de Schuster y Ramón Calderón dominaban tranquilamente la Liga, y Eto'o había sido operado del menisco hacía pocos meses y no conseguía recuperar su nivel. En ese entorno entró Bojan como agua de mayo, jugando 31 partidos de Liga (sí 31) y marcando 10 goles que probablemente crearon unas expectativas enormes hacia un chaval que había debutado con 16 años y que subió al primer equipo con 17. La llegada de Guardiola al primer equipo fue una bendición para todos, a excepción de jugador de Linyola. Así, desde el primer momento nunca supo cuál era su lugar dentro del equipo, destinándole a ser titular en la Copa del Rey donde el jugador cumplió el primer año, pero sin apenas darle continuidad en Liga, una continuidad que si tuvieron otros como Busquets y Pedro, pero, no se sabe muy bien por qué, nunca llegó a tener el bueno de Bojan. En cualquier caso, jugó una buena final de Copa en Mestalla y marcó un buen gol. Parecía que su progresión volvía a encauzarse. El segundo año de Guardiola también tuvo su momento Bojan provocada por la tormentosa relación de Guardiola con Ibrahimovic, que acabó con éste en el banquillo, tras la eliminación contra el Inter y la titularidad de Bojan en El Madrigal, con una brillante actuación que ayudó, sin duda, a la consecución de la Liga 2009-2010. Con ese buen gusto de boca acabó la temporada el delantero catalán, pero el fichaje de Villa le devolvió de nuevo al banquillo, y esta vez de manera definitiva. Esta última ha sido, sin duda, la de menor protagonismo de Bojan, pese al evidente cansancio de los delanteros en ciertos momentos de la temporada, la falta de confianza de Pep ha lastrado definitivamente al jugador que ha pasado su particular annus horribilis y su única salida digna era fuera del club. La llegada de Luis Enrique a la AS Roma le ha vuelto a dar una oportunidad a un jugador que, recordemos sólo tiene 20 años, y a quien, en condiciones normales , le quedan 10 o doce años de carrera futbolísitica. Bojan siempre será del Barça, esperemos que vuelva para triunfar.

Spacestar

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