FP tiene un plan. En ese plan no cabe la derrota, ni el Barça, ni los contratiempos. Floren es perfeccionista, detallista e incluso maniático. Ese tic de tocar y arreglar constantemente los papeles de los discursos que le escriben es sintomático y también esconde inseguridades. En ese plan entran los arbitrajes, creo que alguien le ha convencido de que el Villarato existe y que hay que combatirlo. Su orgullo es tan grande que nunca se acercará al presidente de la Federación con quien ya tuvo desencuentros, pero después de mucho pensar, se le encendió la bombilla: ficharemos un arbitro. Así surgió el fichaje "interruptus" de Megía Dávila (se dice que nombramos los dos apellidos de los árbitros para poder acordarnos de su padre y de su madre) culmen del descaro con el que FP pretende iniciar su segundo mandato. No se trataba de un árbitro retirado, sino de uno en activo que no ha pasado las pruebas físicas (las cenas con FP le han pasado factura) y no se pretendía que fuera Delegado (como Ansuategui en Vila-real) sino un auténtico mediatizador de árbitros, los tendría que recibir y acompañar durante su estancia en Madrid para que esta fuera más "placentera". Lo dicho, un descaro. Parece que el revuelo armado, principalmente en Barcelona, ha hecho que se congele el fichaje, hasta que el Madrid tenga un mal arbitraje, ahí recuperará la idea, y definitivamente a FP se le verá el plumero, o el cartón...
Spacepower
No hay comentarios:
Publicar un comentario