sábado, 19 de noviembre de 2011

El año del Elefante

Serían sobre las 22,05 del sábado 18 de abril de 1998, cuando, en el minuto 77 del partido que el Barça disputaba contra el Zaragoza en el Camp Nou, Giovanni Silva de Oliveira se elevó y quedó unos instantes suspendido en al aire, suficientes como para rematar un balón sobre la portería de Juanmi y conseguir la decimoquinta Liga en la historia del club, la primera en la era Fanjal.
El Barça formó aquella noche con Hesp, Ferrer (Pizzi), Nadal, Reiziger, Bogarde, Celades, Roger (Ciric), Luis Enrique, Giovanni, Rivaldo y Anderson y tuvo la importante baja de Figo que hizo que hubiera muchos nervios durante el partido pero aquel histórico gol del brasilero que se hizo famoso en el Bernabéu por sus butifarras, que tenía una sangre fría y una técnica depurada que no sé si fue valorada en su justo término.
Fue una temporada convulsa aquella 97-98, pues, pese a ganarse el ansiado doblete y golear 3-0 al Madrid en el Camp Nou, hubo muchísima mar de fondo en la grada y, sobre todo en el entorno, demasiadas críticas a Van Gaal por el juego del equipo y por los discutibles refuerzos tras la traumática marcha de Ronaldo Nazário y que llegaron a su punto tragicómico en enero con la única incorporación de  Winston Bogarde en el mercado de invierno.
Fue aquella también la temporada del Elefant Blau y de la moción de censura al pecident Núñez, una moción presentada por los entonces desconocidos, Joan Laporta y Sebastià Roca y que tenían el apoyo en la sombra del holandés volador, azote del nuñismo y que todavía está pagando (y cobrando) facturas caducadas de aquella época.Aquella moción, que se votó precisamente el día en que Anderson, Figo y Giovanni golearon a los blancos, se perdió por menos margen del esperado por Núñez que tenía la famosa bolsa de votos de los peñistas, y pese a ello la moción tuvo el voto favorable de 24863 socios que querían un cambio radical en el club que supusiera algo más que ganar una Liga o Copa aislada, un club que fuera grande en todos los sentidos.
Los enfrentamientos contra el Zaragoza traen otro recuerdo a la mente de manera automática, el famoso "Rafa no me jodas" (que nunca dijo) de Mejuto González en el campo de la Romareda, pero de ese partido ya hablaremos en otro momento.
Por si nadie ha caído, hoy jugamos contra el Zaragoza, un equipo venido a menos que lucha por sobrevivir en las aguas pantanosas del descenso pero que vendrá con un crecido Hélder Postiga tras su actuación en el partido contra Bosnio y que ha supuesto la clasificación de los lusos para la Eurocopa del próximo verano.
Los nuestros andan estos días hablando de aviones, de vuelos privados y de fausteritat porque los parones pesan especialmente en el Barça donde , si no habla Pep, no hay una referencia clara de cuál es el discurso a seguir por mucho que Rosell se pierda en el sentido de sus propias declaraciones en Al Jazeera. Al final, como siempre, todo dependerá del resultado final del partido. si, como es normal, el Barça golea al Zaragoza y la pulguita mete un par, no pasará nada y las escalas y el exceso de horas de vuelo no tendrán la menor importancia, pero ¡ay amigos! si ocurre lo que no quiero ni pensar, y se pierden puntos contra los maños, la semana puede llegar a ser insoportable.
No se espera tropiezo del Madrid en Mestalla, vistos los antecedentes y por tanto los tes puntos de hoy son incluso más importantes que los de San Siro, pues al fin y al cabo, el Barça ya está clasificado para octavos de la UCL, y distanciarse de los blancos más que los tres puntos actuales sería muy difícil de remontar...pero prefiero pensar que ocurra lo contrario y podamos igualarlos en la clasificación, ese sería el escenario ideal a tres semanas vista del superclásico del 10 de diciembre.

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