miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tocó enfermería

Decía Jose Ramón Sandoval, ex-cocinero y hoy entrenador del Rayo que tenía dos posibilidades en el Camp Nou, "o puerta grande o enfermería". Parecía una broma pero al final resultó una auténtica declaración de intenciones porque el Rayo salió con personalidad al campo, igual como salió en el Bernabéu, disputando la posesión al Barça de tal modo que en el minuto 30 de partido llegara a un 45% frente a un 55% del Barça, algo inédito en el coliseo blaugrana.
El Rayo presionaba y nadie conseguía deshacerse del marcaje individual de los defensas y Messi volvió a situarse en la posición del 10 para combinar mejor con Xavi e Iniesta, pero ese no fue el cambio clave sino el de Alexis y Villa. Porque la noche estaba reservada para chileno pues a los pocos segundos de que Pep lo cambiara a la banda derecha y situara a Villa de delantero centro, en una jugada hilvanada en la central del área por Messi, le llegó al ex de Udinese quien, tras un regate, le colocó un balón al segundo palo a Cobeño en una muestra de las habilidades del crack chileno. 
 El Barça, que salió tristón al campo se animó y el segundo gol no tardó en llegar, otra jugada de media punta de Messi le llegó a Xavi y casi repite la jugada del primer gol contra el Madrid de hace un año, pero se le escapó la pelota a Pelopo y le llegó suavemente al pie de Alexis que puso el 2-0 en el marcador. Casi después de que el Rayo sacara de centro, Piqué hizo de Beckenbauer, y asistió a Alves que, pudiendo marcar, cedió a Villa para que marcara su golito que tan bien le viene al ciclotímico asturiano. El partido murió ahí pero todavía quedaban 45 minutos que iban a servir para acabar de hacer los deberes pendientes.
 Lo primero el gol de Messi, un gol que solo puede hacer él en una jugada espectacular en banda derecha que se va por velocidad y desmarque y define como solo él y Casillas saben. Un gol que hizo valer la pena la entrada de los 50.000 que fueron al Camp Nou. Lo segundo, el descanso para Xavi a quien cada vez le pesan más las segundas partes por un Thiago que hace un par de partidos que ha bajado un escalón en el equipo y luego el cambio de Cesc por Iniesta que puso sus combinaciones a lo pick and roll que tanto gustan a la grada. Quedaba un pequeño detalle, Piqué tenía que forzar la quinta tarjeta, una tarjeta que, ojalá me equivoque, traerá cola en Madrid siempre pendientes de continuar metiendo el dedo en el ojo en el barcelonismo siguiendo con la labor que inició su mentor e ideólogo portugués.Solo hubo que escuchar las preguntas de Punto Pelota y La Sexta en la rueda de prensa para saber de qué tratarán las infames tertulias los próximos días. 
Ayer se ganaron tres puntos imprescindibles para calmar el nerviosismo de alguna parte de tribuna que ejerció de severo e injusto fiscal en los primeros minutos del partido, especialmente contra Villa y algo menos contra Alexis que tuvieron ocasión para desquitarse después. Pero el ambiente que anoche emanaba de la grada no es el idóneo para conseguir los títulos de los que este equipo todavía es capaz. Tampoco entiendo que haya que ser complaciente y conformista con el equipo ni pensar que 12 títulos de 15 ya nos está bien mirando la historia menos reciente de este club. El Barça 2011-12 llegará donde pueda, o mejor, donde le dejen pero anoche los jugadores dejaron claro que ellos quieren seguir ganando y no saben lo que me tranquiliza.La primera de las tres victorias hasta final de año en Liga ya está en el saco, solo quedan dos...

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