sábado, 3 de marzo de 2012

De Novoa a Clemente


En aquellos primeros ochenta ganar un título como una Copa del Rey era, por inusual, algo para celebrar. Por eso, a Núñez no le hizo mucha gracia que el capitán del Barça, Antonio Olmo, recogiera la Copa vestido con la camiseta del Sporting..."aixo  és gravissim" pensaba el pecident mientras un joven Juan Carlos le daba la mano al bravo defensa de Sabadell.
Fue el 18 de junio de 1980 en el estadio Vicente Calderón y el Barça formó con: Artola, Ramos, Olmo, Alexanco, Martinez (Tente Sánchez), Zuviria, Simonsen, Bernd Schuster, 'Boquerón' Esteban, Estella y Quini.
Por su parte el Sporting con: Ricardo, Redondo, Cundi, Maceda, Jimenez, Uria, Abel, Joaquín, Mesa, Ciriaco y  Ferrero.
Había siempre muchos nervios en las finales jugadas por el Barça y pese a que, como en esta, la diferencia entre los dos equipos era importante, el Barça se solía atascar por la presión, el entorno, la directiva ,etc...Pues lo dicho, el Sporting de Novoa salió mejor al campo y Joaquín y Mesa, dos buenos peloteros, lograron cuajar varias jugadas de peligro. Las estrellas del Barça estaban ausentes. Se llegó al filo de la primera parte cuando, en una jugada por banda izquierda del Boquerón, éste sirvió a la cabeza del más bajito, Simonsen, quien dejó muerto el balón para que Quini, que aquella Liga 79/80 todavía había jugado con el Sporting, marcara el 1-0 que celebró como si llevara diez años en el Barça cuando apenas llevaba quince días.
Para que los entonces sufridores barcelonistas no tuviéramos la tarde tranquila, a poco de comenzar la segunda parte y en un córner, Antonio Maceda, que luego acabó siendo merengue, hizo el empate y puso a todo el barcelonismo a temblar. Después pudo adelantarse el Sporting en una falta lanzada por Jiménez quien más tarde volvió a ser protagonista porque, en una falta en la que Soriano Aladrén dio la ley de la ventaja (no sé que ventaja tiene un equipo cuando está sacando un balón en defensa) hubo una recuperación de Esteban, todavía en Campo del Sporting y cedió a Quini  que aprovechó el hueco dejado por Jiménez y adelantó de nuevo al Barça en el marcador. También lo celebró.
El gol, lógicamente desquició a los sportinguistas que se lanzaron al ataque con corazón pero sin demasiada cabeza y, en otra muy buena jugada individual de Esteban, el mejor del encuentro, remató la Final y le dio la Copa del Rey al Barça. Ese año no se ganó la Liga, ni el otro, ni el anterior, pero se celebraba mucho la Copa (¿les suena?). Era la puñetera realidad del culé.
La afortunada realidad hoy es bien distinta, el Barça ha subido dos o tres peldaños a todos los niveles para convertirse en uno de los tres mejores equipos de la historia, si no el mejor y el Sporting, tras la injusta salida del titán Preciado, se debate para eludir el descenso desde la penúltima posición de una Liga en la que, desgraciadamente, lo va a pasar muy mal. Para hacer el "milagro" han contratado al polémico y polemista ex seleccionador de España y Camerún, entre otras, que últimamente ha rebajado bastante su ímpetu desde que su realidad profesional es la que es. Pero el partido de hoy tiene su aquél, las bajas por sanción(?) de Messi y Busquets hace que se acerquen algo las diferencias que así y todo nada tienen que ver con las que había entre estos dos equipos a principios de los ochenta...al menos volveremos a ver al gran Quini.

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