Quien a principios de temporada me hubiera asegurado que una genialidad de Pinto, sí el mismísimo Pocahontas, nos metería en la finalísima de la Copa del Rey, le hubiera recomendado que dejara de beber chinchón con tanta asiduidad. Pero mira por dónde, la experiencia del portero andaluz fue decisiva anoche en Mallorca. Pinto le comió la moral a Martí en el penalty y le hizo pensar demasiado. Ese fallo hundió al Mallorca que iba lanzado porque con un 2-0 y un jugador más probablemente hubiera eliminado al Barça. En fin estamos en la final de Valencia contra los leones, 47 títulos de Copa en total: es la final de todas las finales.
Merece comentario aparte el arbitraje de Rubinos. Fue sibilino en las faltas, en el reparto de tarjetas, favoreciendo claramente a los mallorquinistas, y pitó un penalty muy discutible, uno más contra el Barça , el segundo consecutivo decisivo, y además inexplicablemente dejó al Barça con diez jugadores. A toda esa tropa de palmeros blancos que llevan toda la temporada hablando de Villaratos, que se miren los últimos tres partidos que ha jugado el Barça, y si no bajan la cara por la vergüenza es que definitivamente la han perdido. No entiendo cómo no se pone el grito en el cielo, como lo hizo en su día el Madrid, y muy bien que les ha ido por cierto, porque si no, los títulos se nos escaparán entre las manos. Un dato: ¿de qué equipo es Villar?. Estaremos atentos al arbitraje de la final.
Nos vemos en Mestalla.
Gran victoria ayer del equipo de basket contra el eterno enemigo, llegó a tener 21 puntos de ventaja en el último cuarto. Hay que ganar en Tel Aviv porque de lo contrario nos toca el Tau en cuartos, y ese si que es un hueso duro de roer. El Barça tiene equipo sobrado para estar en la Final Four de Berlin, aunque ganarla será otra cosa. Apunten un nombre: Tau.
Spacepower
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