El día de ayer fue especialmente desagradable para aquellos que amamos el deporte. Conforme avanzaba el día, las esperpénticas afirmaciones del presentador/ultrasur asalariado de Florentino Pérez, el hasta ayer desconocido, Juan Antonio Alcalá le convirtieron, supongo que a su pensar, en un trending topic del 14 de marzo de 2011.
Los hechos: Este hombre en un encuentro informal con altos dirigentes del Madrid (yo digo que es Florentino) escucha off the record que el Madrid va a pedir "controles serios" de doping para el fútbol español pues se duda de la participación del Dr. Eufemiano Fuentes en las dos ligas del Valencia, y sobre todo la existencia de médicos de "dudosa reputación" que trabajan para el Barcelona. En su programa nocturno en la COPE el cuchicheo interesado lo convierte en noticia, dando por bueno todo lo oído y con un tono medio jocoso de "os hemos pillado".
La reacción: La noticia corrió como la espuma en el día de ayer y tuvo el éxito deseado en principio pues durante unas horas, la sombra del dopaje cubrió los éxitos del máximo rival. Pero la apuesta era demasiado fuerte para semejante personaje, y tanto Barça como Valencia, a media tarde emitieron durísimos comunicados contra el citado locutor, anunciando acciones legales contra él y la emisora donde trabaja.
La reculada: Aproximadamente una hora después, Alcalá recula y dice que él se limita a contar lo que "un alto dirigente" del Madrid le ha contado, y la cadena COPE emite un comunicado disculpándose. Por la noche, entre alguna broma del impresentable Tomás Guasch que estaba en su salsa, vuelve a pedir disculpas a Barça y Valencia. El Madrid todavía no ha dicho "esta boca es mía".
Las consecuencias: No hace falta ser muy listo quien ha organizado semejante sidral, tiene nombre y apellidos Florentino Pérez, no puede ser otro, ha pedido ayuda a sus amiguitos de Marca y El Mundo, unos anticipando desde hace días la noticia con insinuaciones del "latigo" Serrano y otros ocultando la noticia de ayer, como si nada hubiera pasado. Uno ha de ser muy ignorante futbolísticamente para pensar que el Barça gana títulos porque se dopa, y si hay un ignorante poderoso ese es Florentino. Desgraciadamente, este penoso incidente no tendrá las consecuencias que todos desearíamos, fundamentalmente por el respeto reverencial que le profesa Sandro Rosell a Florentino Pérez, pero ayer se traspasó una frontera que no tiene retorno. Que les siente bien.
Spacepower
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