LICENCIA PARA FALLAR

Faltaban siete segundos y perdíamos 71-73, sale disparado Lackovic hacia canasta y se da cuenta de que le estaba marcando Batiste, en décimas de segundo decide tirar un triple que falla por poco y se pierde el partido...a partir de este momento las críticas más feroces cayeron sobre el base esloveno que, efectivamente no está teniendo la mejor temporada de su carrera y está ejerciendo de tercer base. A mí personalmente me pareció una buena decisión, valiente y arriesgada pero acertada. En primer lugar, Lackovic ha jugado muchos minutos en esta eliminatoria y no tiene que pensar cuando juega si es o no el base titular, en segundo lugar es un fino tirador, tan bueno como puede ser Diamantidis en el 6,75 y nadie tiene que rasgarse las vestiduras porque tire un último triple, y en último lugar, que nadie espere que dejaran tirar tranquilamente a Navarro quien tampoco es que sea un consumado especialista en jugarse el último tiro en un partido igualado. El partido no murió ahí, sino mucho antes, concretamente a 13 segundos de finalizar el tercer cuarto, cuando le pitaron una justa técnica a Navarro que se desquició y contagió al equipo de unos nervios que durante la primera mitad habían controlado perfectamente. Después están los griegos que no son moco de pavo, que agradecieron el regalo y entre Diamantidis, Batiste y Sato nos hicieron un auténtico roto. Lo demás son milongas, que si arbitrajes, que si Obradovic merece una técnica por cuarto...el Panathinaikos es el peor equipo posible en el cruce y sudaremos tinta para clasificarnos, cosa que haremos, estoy convencido de ello. Quizás deberíamos recordar a los Navarro, Ricky, Sada y compañía que tenemos cuatro pivots y que hay que repartir juego a los postes y que no siempre tirar un triple es la mejor solución, sobre todo si tienes a un gran entrenador enfrente. Habrá que apretarse los machos en Atenas, pero hay que olvidarse de los dos primeros partidos y concentrarse sólo en el tercero, ahora solo este es importante.

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