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El Español es como el típico vecino envidioso que te espía tras la ventana y si, algún día haces el más mínimo ruido, está llamando a la policía porque no puede dormir.Los pericos se conforman con poco pues de 38 partidos de Liga solo quieren ganar uno y sumar los suficientes puntos para salvarse y tener opciones para intentar arruinarle la Liga a su vecino. Pochettino seguramente se duerme viendo partidos del Barça para intentar averiguar en sueños dónde se le puede hacer daño al equipo de Guardiola. Lo triste para ellos es que su Liga acabó anoche a las 23,30 horas y si, como parece previsible caen ante el Córdoba, andarán como muertos vivientes hasta mediados del mes de mayo.

Pero Pochettino no contaba con que ayer el Barça no tuviera el día. La deficiente colocación en el campo y los poco habituales errores en el pase propiciaron que Messi se fuera desconectando del partido poco a poco quizás acusando tantos días de inactividad en su país. Lo cierto es que los jugadores del Español en ciertos momentos parecían el Chelsea con una presión fuera de lo normal para la Liga BBVA. Lo cierto es que el gol de Cesc, otra vez el de Arenys, tranquilizó mucho los ánimos, quizá demasiado y el partido anduvo al filo del precipicio hasta que ocurrió lo que tenía que ocurrir.

El Barça estuvo muy impreciso por momentos y hubo pérdidas realmente inexplicables para jugadores de la experiencia  de Xavi, Messi ,Alves o Busquets, el único jugador que estuvo cercano a su nivel fue Iniesta que se fue ahogando con la inercia del partido y Alexis que fue un náufrago en una isla perdida.Lo que tenía que ocurrir es que el Barça desde el gol de Cesc, en el minuto 15 de la primera parte, no tuvo ocasiones claras de gol casi hasta que Piqué pudo llevarse el partido con un chut al larguero y el posterior remate de Pedro, pero de eso hablaremos después. Lo cierto es que se pudo ganar en el último minuto pero el marcador tampoco refleja una injusticia porque las ganas de ganar también cuentan en este tipo de encuentros.

Turienzo no estuvo mal, sino muy bien si lo que quería es contentar a la central lechera pues anuló un gol de Messi con una mano que pocos vieron en directo pero después una mano más evidente de Raúl Rodriguez no solo no la vio sino que con ello condenó al Barça. Entre medias castigó mucho al Barça al no expulsar a Romaric quien se ganó una expulsión por una violenta entrada a Piqué y anuló una jugada por un fuera de juego inexplicable de Messi quien se quedaba cara a cara con el portero españolista. El arbitraje , como viene siendo habitual en esta Liga, fue pésimo para los intereses blaugranas, que ya se han visto perjudicados en muchas jugadas similares que a grosso modo sumarían 6 puntos más (Donosti,Valencia,Cornellá), los suficientes para encabezar una Liga que se pone cuesta arriba.

No quiero exculpar con ello a los jugadores, quiero decir que nuestros rivales cuando han tenido alguna mala tarde, como por ejemplo en Valencia, siempre tienen esa mano amiga que les ayuda a salir del problema y el Barça todavía no ha tenido ningún partido apretado en el que haya tenido tanta suerte. Pero el que quiera enterrar a este equipo anda muy equivocado, el partido contra el Español probablemente sea el más difícil de los que jugarán en toda la Liga, y este clamor arbitral deberá acabar en algún momento, y si no pues nada, a por los demás títulos.

Me queda un trocito de resumen para dedicárselo al casi siempre desafortunado Sandro Rosell que ayer estuvo especialmente torpe en sus declaraciones al Canal +. Hasta Condal estuvo mejor que él.Habló de “fin de ciclo” dando pábulo a personajes ridículos a quien un presidente debería ignorar y volvió a mentar su clásico “Si Dios quiere” cuando habló de las posibilidades de que Messi ganara el Balón de Oro. Ni en el peor de los partidos del equipo llega el presidente estar a su altura.Ya es desgracia.