La buena noticia del fin de semana es tan buena que debe compensar el pequeño tropiezo en Gijón, y es que el Barça de basket nuevamente ganó un título de Copa del Rey, en el mismísimo feudo del Real Madrid y delante de su presidente y todos sus aficionados. El Madrid tiró el resto en defensa y dejó al Barça en 30 puntos después de unos intensos primeros dos cuartos de juego, pero en el tercer cuarto ya no pudieron más y la intensidad de los pivots blaugrana, unido al juego de Sada y Anderson dejó el partido sentenciado, tanto que no hubo ni siquiera emoción al final, el Barça ganó 68-60 sin sufrir. Una vez más Messina no respondió a las expectativas y su presidente, que apenas le saludó en la entrega de trofeos, está meditando seriamente qué hacer con la sección de baloncesto, no descarten la desaparición.
Afortunadamente para Floren el partido del fútbol era contra el Español, un equipo repleto de ex-madridistas y anti-barcelonistas y allí hubo ducha y masaje para las heridas del madridismo. No puede entenderse que un equipo que jugó con un jugador más desde el minuto 1 de partido, sea incapaz de chutar a puerta contraria entre los tres palos, de tal manera que nos quedamos sin descubrir si Adán es buen o mal portero, ni tan siquiera tuvo que hacer una parada en 89 minutos. No voy a quitarle méritos al Madrid pero el partido del Español fue verdaderamente deplorable, digno de esta Liga bipolar que estamos viviendo.
Spacepower
No hay comentarios:
Publicar un comentario