miércoles, 29 de septiembre de 2010

CHAMPIÑONS

Ayer,pese a los intentos del cachondo de Sergio Sauca de animar al personal con concursos varios, la verdad es que Manolo Sanchis quedó en estado catatónico después de observar el espectáculo que había dado el Malinho. Y es que el ladrillo de anoche fue difícil de tragar, un Madrid espeso sin creación en el centro del campo, un equipo que solo tiene dos jugadas: el pase a CR96 para que corra como un poseso hasta la portería contraria con el balón en los pies , o bien, un pase de Alonso de 30-40 metros que le ahorre el tránsito por el centro del campo: un horror. Si además de aguantar al portugués en rueda de prensa además hay que aguantar el juego de su equipo, mal año nos espera.
Si alguien conocía la ciudad de Kazan antes del sorteo del año pasado, es para hacerlo catedrático de geografía. Una ciudad enclavada en las estepas siberianas que tiene de Europa lo mismo que la gran muralla china. Dicho esto es una faena para el espectador culé que nos toque este equipo, en primer lugar porque ya sabes que un partido lo va a jugar a las seis de la tarde con lo que, a no ser que seas uno de los 4.000.000 de parados que hay en España, no vas a poder verlo. En segundo lugar y, dado que hemos coincidido con el Valencia en jornada de Champions, despejando sospechosamente al inexplicablemente más mediático Malinho, hace que el partido del Kazan (tanto la ida como la vuelta) sean en la plataforma de pago de Roures que tengo el placer de no haber contratado. En definitiva, el año que viene se lo regalamos gentilmente al equipo blanco, aunque seguramente igual nos lo traguemos por la primera (la de todos...).

Spacepower

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