CUESTIÓN DE PACIENCIA

El partido de anoche es uno de esos que le encantan a Guardiola. Pudo alinear como titulares a tres suplentes crónicos (especialmente Adriano) y metió tralla en el centro del campo con dos intendentes que no se mueven ni un centímetro del sitio en el campo que se les ha encomendado. Y así fue, en un partido de desgaste físico y mental, el Deportivo de la Coruña acabó deshaciéndose en el agua caliente que le había preparado el Barça. Porque Pep preparó un partido en Riazor que nunca se atreverá a proponer en el Camp Nou, un partido en el que pueden brillar Mascherano y Keita...Después está Messi. La pulga se aburre sobremanera en este tipo de partidos, y se rebela a su manera, con esa cara de insatisfacción que arrastró durante gran parte del primer tiempo y sobre todo con toques de genialidad como fue el pase a Villa que supuso el 1-0 , o el golazo en la escuadra que mató el partido, porque todos saben, incluso el que mañana recibirá el Balón de Oro, que Messi es el mejor con diferencia, Messi es el fútbol. Después fueron 4 como pudieron ser 6 goles, debutó Afellay en liga y volvió Bojan a tener minutos en una rehabilitación que Pep se ha tomado como algo personal. Este Barça suma y sigue a la espera de que la jaula de grillos en que se han convertido las oficinas y la sala de prensa del Real Madrid se acabe trasladando al campo. Es cuestión de paciencia y Pep lo sabe.

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