Es difícil describir lo que supone para una aficionado al fútbol en general, y al Barça en particular, ver un partido de este Barça, que ayer volvió a ganar en Alicante por decimoquinta vez consecutiva en esta Liga, igualando al Madrid de Di de los años sesenta, época en que los blancos se paseaban por la Liga española. El enamoramiento de los aficionados por este equipo es tal que ayer, pese a los precios y un tiempo especialmente desagradable, llenaron el Rico Pérez, cosa que no ocurría desde hace más de 14 años. No creo que el de ayer fuera de los mejores partidos del Barça en esta Liga. El Hércules planteó bien el partido de salida, y al centro del campo les costó desenmarañar el tapón que el boquerón Esteban había preparado. El partido cambió con una jugada en la que Xavi encontró desmarcado a Pedro quien reventó el balón y las esperanzas de los alicantinos de sacar algo positivo. El equipo a partir de ahí controló el partido a base de toque hasta la expulsión de Farinós en que se decidió a aumentar la renta en el marcador. Ahí apareció el Balón de Oro, que estaba bastante apagado hasta el momento, para rematar el partido en dos minutos los 35 y 37 de la segunda parte. Cero a tres y a engrosar la leyenda de este equipo que parece no haber tocado techo. Disfrutemos al máximo porque esto habrá un día se acabará y volveremos a tener un equipo normal, que gana, pierde y empata partidos, pero que nos quiten lo bailao...
PD. ¡Desastre de Peña!
Spacepower
1 comentario:
¿Peña el jugador del Hercules o otro tipo de peña?
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