domingo, 19 de febrero de 2012

Indigestión de horchata


Fue el 26 de octubre de 1996. El fenómeno Ronaldo (el bueno) estaba en su máximo apogeo y el Barça recibía al Valencia de Luis Aragonés que en aquellos tiempos se hizo famoso por su afición al Casino Monte Picayo de Puçol y por sus salidas nocturnas por los garitos de moda de la Malvarrosa de las que fue testigo quien les escribe. El césped del Camp Nou estaba hecho unos zorros pues no se había implantado bien y saltaban lonchas a las primeras de cambio dejando al descubierto una arenilla que aquella temporada destrozó más de una rodilla.
El Barça salió con Vitor Baia, Luis Enrique, F. Couto, Blanc, Nadal, Sergi, Popescu, Guardiola (De la Peña), Figo (Amor), Giovanni (Pizzi) y Ronaldo (vaya equipazo) y el partido, pese al césped infame, fue una avalancha de ocasiones. El brasilero metió un hattrick pero falló un par mas frente a un agobiado Zubizarreta, y el gol que le dio la victoria al equipo es de esos que todos los que vimos el partido tenemos guardado en la parte más lúdica de nuestra memoria. Pese a los dos goles iniciales de "El fenómeno", en la segunda parte, Ferreira y Karpin empataron el partido en otra actuación de Vitor Baía para olvidar. Pero la jugada del partido, una de tantas de esa magnífica temporada, estaba por llegar. Ronaldo cogió un balón en la medular y, en una combinación de potencia y habilidad se fue en diagonal, y tras pasar por medio de los dos centrales que parecía que iban a cámara lenta frente al demonio de Tasmania, se plantó por enésima vez delante de Zubi y volvió a batirle con pasmosa facilidad resolviendo el partido para tranquilidad de Núñez que a esas alturas ya tenía esa cara desencajada que tanto conocemos los culés y de una grada que todavía conservaba cierto rictus de felicidad posiblemente porque todavía tenían recientes los grandes momentos que le dejó el dream team.
Ese día Ronaldo se lesionó en la rodilla, su maldita rodilla que le trajo tantos problemas en su carrera, una lesión que podrá agradecer a los jardineros  que por aquel entonces plantaron esa chapuza de césped por gentileza de la Sra. Ferrusola. Ronaldo Nazario fue grande después de esa temporada , jugó en el Inter, Madrid y Milan pero, en mi opinión, nunca llegó al nivel que exhibió aquella mítica temporada en el Camp Nou. Creo que todos nos preguntamos que hubiera pasado si a Núñez no le hubiera entrado ese ataque de tacañería y hubiera accedido a las exigencias económicas de esas aves de rapiña que tenía de representantes, Martins y Pitta.
Hoy el Valencia del histriónico Emery se parece muy poco al de Luis Aragones y lo mismo cabe decir del Barça de Guardiola respecto al del entrañable Bobby Robson. El equipo valenciano tiene un juego plúmbeo y rocoso basado en una defensa numantina y uno ya empieza a cansarse de estos enfrentamientos con este equipo que resulta tan desagradable. Banega es una baja importantísima para el Valencia tanto como la de Xavi para el Barça. Habrá que olvidarse pues de los precedentes e intentar reconciliarse con la afición tras la gran decepción de Pamplona ya no por haber dejado atrás una Liga que estaba ya sujeta con pinzas sino por la imagen de zozobra y desidia de la primera parte. Es importante ganar este partido para encarar la primera semana de descanso desde Navidad. Esperemos que este periodo sirva sobre todo para recuperar a los lesionados, esa lacra que está castigando de una forma terrible al equipo y si así lo desea para la renovación de Pep.Quedan todavía muchos retos y el Barça en plena forma es candidato máximo a todos los títulos.Persistirem!

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