El de ayer fue un partido inesperado, antipático y sobre todo aburrido. El oficio de algunos jugadores del Shaktar, especialmente Brandao, asustó a los estilistas jugadores blaugrana, que a los 10 minutos de entradas, codazos y demás marrullerías decidieron que ese no era su partido. Así y todo Henry falló un cara a cara con el portero ucraniano que fue emulado por Eto'o en la segunda parte. El gol del Shaktar fue un cúmulo de despropósitos defensivos, Piqué despeja hacia su área y Puyol se deja coger la posición por velocidad con Ilsinho quien bate fácilmente a Valdés. Todo conducía a la segunda derrota de la temporada cuando salió el pibe, la pulguita Messi, que en un regalo del portero y en una extraordinaria vaselina mató el partido en el descuento.
Ya es el segundo partido ganado en el descuento, buena y mala señal, buena por no dar por perdido el partido hasta el final y por la buena forma física demostrada, mala por no saber ganar el partido en los 90 minutos de juego por un mal planteamiento inicial, que se tuvo que resolver como casí siempre a la manera Messi.
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