Ya nos queda lejano aquél martes 30 de septiembre en Donetsk, cuando Messi, en una jugada genial hizo el gol del la victoria. El parón de selecciones perjudica igualmente a la Champions League, una competición absolutamente descafeinada y carente de ritmo competitivo en la primera fase.
No me cansaré de repetirlo, están jugando con fuego los jerifaltes del fútbol, con el tácito consentimiento de los clubes que se pierden en guerras menores. Desgraciadamente cada vez es más evidente que hasta febrero no comienza la Champions auténtica, y de septiembre a diciembre, la propia UEFA la desprecia de tal manera que la convierte en una verbena, eso sí, con mucho dinero por medio. Es muy difícil que los grandes, entre ellos el Barça, no se clasifiquen para octavos. El problema es, si por ejemplo un grande, por ejemplo Liverpool o Chelsea, se duerme en la primera fase y después te pueden tocar en el sorteo de octavos...a ver si este año le toca uno de los cocos al Madrid, que ya va siendo hora.
Spacepower
No hay comentarios:
Publicar un comentario